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divendres, 27 de maig del 2016

TDAH EN LA LOMCE




¿A qué edad diagnosticarlo?

La edad para acudir al profesional dependerá de las características de cada caso, aunque cada vez se dan más sospechas de diagnóstico en la etapa infantil, a día de hoy, la mayoría de los casos la edad de comienzo del tratamiento es la etapa escolar (escuela primaria) ya que nos encontramos con un gran cambio cualitativo y cuantitativo. Con las exigencias del entorno del niño/a, aumentan la demandas sociales y académicas y se requiere de una mayor atención y control sobre sí mismos, lo que produce mayores dificultades y una sintomatología más clara.
Durante la primera infancia puede ser difícil distinguir los síntomas del Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) con ciertos comportamientos propios de la edad en niños activos.
Numerosos trastornos o problemas médicos pueden manifestarse por síntomas presentes o nucleares del TDAH lo que dificulta la correcta identificación del trastorno. Esta dificultad aumenta cuando algunos de estos trastornos están asociadosal propio TDAH (trastornos de ansiedad, problemas de sueño, estrés ambiental, inquietud, inmadurez cognitiva, etc.)
La dificultad principal a la hora de identificar el TDAH correctamente parte del desconocimiento del trastorno cuando no existe información de las características del trastorno y sus manifestaciones desde las familias o los centros escolares.
Un diagnóstico correcto es imprescindible para un tratamiento efectivo, para que padres y profesores fundamentalmente puedan ayudar al niño/a con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) a que desarrolle todo su potencial.

Tipos TDAH según características del alumnado

Podemos encontrar tres tipos diferenciados de posibles casos de TDAH en el aula, dependiendo de las características que presenten:
  1. Alumnado que manifiesta una conducta predominantemente inatenta, que es cuando nos referimos al trastorno con predominio de inatención. Los síntomas de este alumnado son: mostrar déficit de atención pero nunca hiperactividad ni impulsividad, caracterizados por su lentitud e hipo-actividad y muestran déficit de atención significativo y también rasgos de hiperactividad e impulsividad leves.
  2. Alumnado que presenta conducta hiperactiva e impulsiva: niños/as que nunca han mostrado déficit de atención, otros que pudiendo tener déficit de atención pasan desapercibidos porque compensan las dificultades que esto podría acarrearles con su capacidad intelectual, niños de primeros cursos de escolarización y su déficit de atención no acusa dificultades debido al bajo nivel de exigencia académica y por último niños que realizan un gran esfuerzo para adaptarse al entorno ya que temen al fracaso y luchan para no defraudar a los que le rodean.
  3. Alumnado que presenta los dos grupos de síntomas anteriores, llamado subtipo combinado. Una de las mayores dificultades del TDAH es que en una proporción muy elevada, este trastorno presenta cormobilidad con otros trastornos. En la siguiente imagen podéis observar claramente los tipos de cormobilidad.



¿Qué errores nos pueden hacer sospechar?

Además de encontrarnos con una producción verbal espontánea excesiva, alta producción y ejecución de tareas que requieran de organización y planificación, dificultad para cambiar de tema y problemas de expresión verbal y escrita, podemos observar determinados errores bien diferenciados por áreas, como veremos a continuación:
  • Errores en lectura.
  • Omisiones.
  • Adiciones.
  • Sustituciones.
  • Dificultades ante grupos consonánticos.
  • Comprensión lectora deficiente.
  • Desmotivación y rechazo a la lectura.
  • Errores en escritura.
  • Uniones de letras.
  • Fragmentaciones.
  • Adición de letras, sílabas y palabras.
  • Omisión de letras, sílabas y palabras.
  • Sustitución de letras, sílabas y palabras.
  • Caligrafía pobre y desorganizada.
  • Mayor presencia de faltas de ortografía.
  • Letra bastante irregular.
  • No guardan orden al escribir como falta de márgenes.
  • Los renglones suben o bajan, no son rectos.
  • Errores de cálculo. Pobre o nula comprensión de los enunciados.
  • Errores en las operaciones debido, principalmente, a la impulsividad.
  • En la suma no automatizan el proceso, no suman mentalmente, colocan mal las cantidades, no terminar de comprender el concepto de llevar y en ocasiones ponen en cada columna el resultado completo.
  • En la resta tiene dificultad para el posicionamiento de las cifras (mayor arriba), suelen empezar con la izquierda y problemas con las llevadas por no saber donde hay que colocarlas.
  • En la multiplicación presentan dificultad para memorizar las tablas y para el cálculo mental y en la división los mayores problemas son con la disposición espacial y los conceptos claves de esta operación.
Hemos visto algunas causas que nos pueden hacer sospechar de contar en nuestras aulas con algún caso de TDAH, pero sin lugar a dudas, la mejor manera de identificarlos es la formación y la comunicación con las familias. Como dijimos, deben darse los síntomas en dos o más ambientes, y aquí nos hemos centrado en lo que ocurre en el aula, pero por supuesto deberemos comprobar qué tal es el funcionamiento en casa, que tipo de dificultades específicas presenta allí y de esta manera comprobar la compatibilidad con nuestra sospecha







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